¿Keiko o Kuczynski? Hoy, en unas horas se abrirán las salas de votación y elegiremos a nuestro próximo presidente o presidenta entre las 2 opciones que pasaron a segunda vuelta. Y si tuviera que describir el panorama que se nos viene en una palabra, esta sería «preocupante».

Preocupante porque no se termina de entender cómo es que una candidata con graves acusaciones encima y que no logra desligarse por completo de aquella época oscura que fue el régimen de su padre (algo que ni siquiera es de ahora) reciba tanto apoyo de gente. Preocupante porque el candidato en la otra esquina podrás ser muy bueno en lo técnico pero, al menos a mí, no me termina de convencer como futuro presidente. Preocupante porque, incluso desde la primera vuelta, quienes deben llevar a cabo este proceso electoral con imparcialidad y equidad acaban tomando decisiones tan dispares hacia un candidato o hacia otro. Preocupante porque una vez más nos vemos obligados a votar por el «mal menor», o a votar no «por PPK (o por Keiko)» sino «contra Keiko (o contra PPK)». Preocupante porque vemos una vez más el tremendo grado de polarización que surge en las últimas elecciones, con gente mostrando un apoyo que puede ir de lo dubitativo a lo irracional. Preocupante porque, a la hora de defender al candidato o candidata de nuestra preferencia, muchas veces las burlas, los memes e insultos (desde ambos bandos, ojo) van por encima de las propuestas, el debate, la crítica y el intercambio de ideas.

No es mi intención decirte por quién debes o no votar. Si a estas alturas del partido todo lo que se ha dicho sobre Keiko o PPK no te ha hecho cambiar de opinión, lo que te diga un simple bloguero como yo poco o nada podrá hacer (para ello hay gente más idónea para mostrarnos la realidad de ambos candidatos). Mal que bien, vivimos en democracia, y cada quien es libre de elegir al candidato o candidata que mejor nos parezca sin que por ello nos tachen de vendidos, corruptos, ignorantes u otros adjetivos peores que han inundado los medios, y en especial Internet gracias al anonimato y la «seguridad» de esconderse tras una red social. Ya nos hemos llevado desilusiones en elecciones pasadas simplemente «por no saber elegir» (algo de lo que hablaré después de las elecciones, gane quien gane). ¿Veremos en la votación de hoy si hemos aprendido algo? Espero que sí, alguito al menos, y espero no estar pidiendo demasiado.